Los sistemas de almacenamiento RAID (Redundant Array of Independent Disks) no son nuevos. La tecnología que los hace posibles existe desde hace más de dos décadas, pero lo cierto es que no han comenzado a ser realmente populares hasta hace menos de diez años
La mayor parte de las placas base domésticas que podemos adquirir en la actualidad incorpora una controladora RAID que, al menos, nos permite configurar nuestros discos duros en los modos 0 (striping) y 1 (mirroring).
El primero de ellos es especialmente atractivo en escenarios de alto rendimiento debido a que ofrece al sistema operativo la ilusión de estar accediendo a una sola unidad física, cuando en realidad está empleando dos simultáneamente.
Pero el que nos interesa en esta ocasión es el segundo, conocido como RAID 1, debido a que ofrece redundancia. Para utilizarlo necesitamos dos discos duros, a ser posible del mismo tamaño (en caso contrario desperdiciaremos el espacio de almacenamiento excedente del mayor de ellos).
De esta manera, todo lo que escribamos en uno de ellos será copiado de manera automática y transparente en el segundo. Si alguno de ellos se estropea recuperaremos todos nuestros datos recurriendo a la otra unidad.
Paso 1. Activa el RAID desde la BIOS
Lo primero que debemos hacer es cerciorarnos de que la controladora RAID de nuestra placa base está activada. Para ello, reiniciad nuestro PC y acceder a la BIOS presionando la tecla Supr durante la verificación de los códigos POST.
La ubicación de la entrada que buscamos no es la misma en todas las BIOS, pero suele residir en la sección Advanced BIOS Features. Una vez activada, comprobar que los dos discos duros han sido detectados y configurados correctamente, guardar los cambios (suele ser F10) y reiniciar nuestro PC.
Ahora, antes de que comience la carga del sistema operativo aparecerá un mensaje en la pantalla que revela cuál es la combinación de teclas que debemos presionar para acceder al módulo de configuración de la controladora RAID. En la placa base que hemos utilizado nosotros es necesario pulsar simultáneamente las teclas Control y F.
Paso 2. Configura el Modo 1
Una vez que hemos accedido al módulo de configuración de la controladora RAID seleccionaremos la opción Create Array o Define LD (su nombre no es idéntico en todas las placas base).
Ahora, indicar cuáles son los discos duros que deben cooperar (si nuestro PC tiene más de dos unidades físicas prestar mucha atención a este paso para no equivocarnos) y habilitar el modo RAID 1.
Es probable que nuestra controladora soporte, al menos, las modalidades 0, 1, 10 y 5, por lo que es vital que seleccionemos la adecuada. Los demás parámetros (tamaño de los bloques, la caché, etc.) suelen estar correctamente predefinidos, por lo que en principio no hace falta manipularlos.
Para concluir, salvar los cambios en el módulo de configuración RAID y comprobar en la BIOS que el disco de arranque coincide con la unidad RAID que acabamos de definir.
También en Windows 7
Si nuestra placa base es algo antigua y no incorpora una controladora RAID, a no desesperarnos: Windows 7 nos permite definir un subsistema de almacenamiento de este tipo por software, aunque con algunas restricciones. Lo único que necesitamos son dos discos duros, a ser posible del mismo tamaño.
Si los tienen, acceder a Inicio/Panel de control/Herramientas administrativas/Administración de equipos/Administración de discos. Ahora podremos crear un volumen distribuido, que es una unidad dinámica que contiene espacio de almacenamiento en más de un disco físico siempre que el volumen extendido no sea de arranque.
Hacer clic con el botón derecho sobre la partición a extender y seleccionar Extender volumen… Si lo que queremos es crear una copia en espejo (RAID 1) de un disco dinámico, la opción del menú contextual que debemos seleccionar es Agregar reflejo…
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