Reseña: Metal Gear Solid V: The Phantom Pain


La guerra, sí, es un acontecimiento brutal. La sangre corre sin piedad, sin importar quienes estén en cada bando. Vidas inocentes se trastornan, aunque hay quienes han nacido o renacido para tomar las armas. Otros tantos no pueden concebir la existencia sin un arma en la mano. El mundo se transforma, y en esos cambios se involucran corporaciones militares de diverso tipo y calibre. Algunas veces, aunque tienen el planeta en sus manos, sus acciones se motivan en los deseos de venganza. Así se dibuja el panorama en Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, el juego que promete cerrar el ciclo de la serie creada por Hideo Kojima en 1987.
Han pasado 9 años desde que Outer Haven, la base de operaciones de Big Boss y sus mercenarios, cayó luego de una operación más que caótica en la base naval estadounidense de Guantánamo, Cuba. En medio de este juego de identidades a las que nos tiene acostumbrado Kojima con el personaje de Snake, Gran Jefe ha sobrevivido y ha tomado el nombre de Punished Snake. Ha sufrido daños severos y ha perdido un brazo, pero de cualquier forma está vivo en un mundo repleto de gente que desea sepultarlo. Tan pronto como vuelve en sí, debe asumir este riesgo.
Es así como el juego te lanza a una realidad donde la venganza es el combustible. Donde quedan aún muchos cabos sueltos y muchos llevan a Cipher, con un líder macabro y misterioso como Skull Face. Snake, por supuesto, no está solo. Un viejo amigo en desgracia, Kaz Miller, y un viejo enemigo como Ocelot lo acompañan a dirigir una organización de guerra paramilitar denominada Diamond Dogs, sin contar las amistades forjadas en el campo de batalla.

Es 1984, la recta final de la Guerra Fría. Los teatros de operaciones son Afganistán, en medio de un guerra que sin saberlo terminaría por forjar el siglo 21, y el siempre inestable polvorín de África Central. Las piezas están puestas para un ajedrez del cual se hablará durante muchos años.

La guerra en tus manos-------------------------------


La primera gran promesa de The Phantom Pain es la posibilidad de que la infiltración, por fin, pueda darse en mundo abierto. Una característica integral, ya que abre un abanico de posibilidades en el gameplay. Al llegar al área de misión, tienes un campo abierto para introducirte y diversos ángulos para infiltrarte. Puedes decidir si sigues un camino lineal, una vía que rodee y te permita tomar desprevenido al enemigo, o hasta aprovechar espacios poco convencionales para sacar ventaja. Tienes, a tu servicio, un visor especial que te permite vigilar y monitorear los espacios a recorrer.
Debes pensar muy bien cada una de tus acciones. Tu vía de acceso, tu ruta de escape, los enemigos que podrías encontrarte (marcados por el visor, aunque alguno puede estar inaccesible) y la manera para evadirlos o eliminarlos. Hay, claro, espacio para improvisar. Sin embargo, si no consideras todas las variables para llegar a tu objetivo puedes pasar las de Caín para salir adelante, especialmente si tu objetivo es lograr las calificaciones más altas y un emblema en especial. También debes estar muy atento, pues las misiones tienen varios objetivos a cumplir además del principal. Y, si no te basta, hay detalles secretos o personal valioso por rescatar.

Las zonas de misión, hay que decirlo, son parte de mapas abiertos en los cuales puedes moverte a placer. Incluso tú puedes elegir cómo llegar desde un punto más distante, en el que realizaste otra tarea o te dejó el apoyo aéreo, para sacar aún más provecho. Del mismo modo, estos espacios están repletos de detalles tanto en los escenarios como en los objetos a recabar, desde plantas medicinales hasta diamantes en bruto, pasando por animales salvajes que son parte de misiones dedicadas a la conservación. Sin contar con que, sin mucha relación, también puedes toparte con enemigos en puestos de vigilancia.
La jugabilidad funciona de manera muy fluida. Además de la libertad para moverte, el control para manejar a Snake está muy bien llevado. Ocultarte, arrojarte al suelo, moverte pecho tierra y realizar diversas acciones como escalar o interactuar con objetos se realizan de forma cómoda. El combate mano a mano es más funcional que nunca, con comandos sencillos y las opciones para interrogar a un enemigo caído, matarlo o noquearlo.  Sumemos aspectos como el Fulton, ítem que te permitirá llevar a enemigos capturados, animales y otros objetos a tu base.
Por desgracia, pese a que se siente muy bien controlar al protagonista el control no es perfecto. Algunas veces el personaje tiene más dificultades para moverse en un terreno agreste de las que debería, quedándose trabado en espacios aparentemente accesibles y requiriendo un botón de acción cuando podría moverse sin problema. Otro detalles es que, al momento de interactuar con vehículos, a veces es más complicado de lo que debería pues el sistema no define si quieres abordarlo o fultonearlo. No es un gran conflicto, pero sí podría resultar incómodo en más de una ocasión.


Operaciones especiales----------------


La historia se cuenta a través de una serie de misiones, cada una narrando un detalle específico de la trama. Puedes acceder a ellas a través del Centro de Comando Aéreo, un helicóptero de combate en el que puedes revisar los aspectos a considerar y los objetivos a realizar. O, bien, puedes aceptarlas estando en el terreno. Cada una de ellas se realiza en un área específica, la cual es muy importante que tomes en cuenta. Si te sales del espacio designado, habrás fallado en el cumplimiento de las metas. Por otro lado, para huir de los enemigos luego de que realices las tareas principales deberás en ocasiones salir del perímetro marcado en el mapa.
Si bien cada misión tiene una o dos acciones para llevar a cabo, encontrarás objetivos secretos que te ayudarán en tu avance o desbloquearán elementos posteriores. A su vez, a veces llevar a cabo las cosas tal o como se te indica puede limitarte. En ocasiones, por ejemplo, en vez de eliminar a un enemigo podrás capturarlo para integrarlo como una pieza clave de los Diamond Dogs. O, en otras ocasiones, en vez de ir primero por un objetivo podrás buscar información en el campo de batalla para facilitar tus labores. La libertad es total, por lo que deberás considerar tus posibilidades, habilidades y hasta el tiempo que quieres pasar realizando un nivel al momento de elegir tu camino. Tan sólo terminar las operaciones estelares te va a llevar más de 40 horas.
Antes de cada misión, si la tomas desde el Centro de Comando, podrás elegir tu armamento, equipamiento y hasta los compañeros que te auxiliarán. Cada uno cuenta con habilidades diversas, de utilidad invaluable en el terreno. Por ejemplo, tienes al caballo D-Horse para realizar con más velocidad tus trayectos a lo largo y ancho del territorio (aunque controlar su velocidad a veces es más complicado de lo que debería). DD puede resultar crucial al momento de localizar objetivos y enemigos escurridizos. Quiet, en tanto, puede asistirte como sniper para limpiarte el camino y distraer a los adversarios. No son los únicos y los conocerás conforme avances. Toma en cuenta las posibilidades de cada uno al momento de comenzar. Si todo se te complica, puedes vestir un sombrero de pollo. Este ridículo item te da tres oportunidades para que te vean. Absurdo, pero las cosas fáciles cuestan, aunque sea en estilo.

Otro punto interesante, más del lado de la narrativa, es que Hideo Kojima deicidió presentar cada misión como el capítulo de una serie de televisión. Tienen su nombre y hasta su pantalla de nombre. De entrada este concepto define la manera en que se arma el relato de Snake, y ayuda a explicar tanto los recursos visuales como la elección de algunos miembros del reparto. Aunque sorprende, claro, no deja de ser un poco repetitivo ver cada hora que el juego fue escrito, dirigido, producido y demás por Hideo Kojima. De cualquier modo, es una interesante manera de recuperar ese crédito que, por angas o mangas, se perdió en la portada.
Existen, también, una enorme cantidad de misiones adicionales. La mayoría tienen como objetivo darte personal adicional para tu Base Madre, te dan recursos o, en ocasiones, son vitales para definir la trama que vas a seguir a continuación.  Si bien puedes continuar tu camino sin realizarlas, te será de alta importancia para llevar a cabo tus siguientes misiones de manera más óptima. De igual manera, el terreno es un amplio espacio lleno de secretos, recursos como plantas medicinales, materiales y hasta diamantes que te dan dinero. A eso hay que sumar los animales a rescatar, enemigos a evadir y, por supuesto, lo bellamente diseñados que están los espacios.
A veces el detalle de no poder elegir las misiones en tu base, para luego subir al helicóptero y transportarte al lugar es un poco incómodo. Sin embargo, el diseño de cada nivel está tan bien pensado que te hace sentir una libertad casi absoluta. El pensar qué acción realizar y la paciencia para evadir a los enemigos o evitar que se deshagan de ti llena la experiencia de una tensión que, irónicamente, lo hace más intenso y disfrutable.

Por un puñado de dólares--------------


¿Jugaste Peace Walker? Pues el sistema con el que en ese entonces construiste tu Outer Haven regresa profundizado. No sólo podrás reclutar personal valioso en áreas como el desarrollo, la inteligencia, los servicios médicos o el comando. También tendrás que balancear muy bien tu economía. Al final del día Diamond Dogs es una organización paramilitar independiente. Los costos que conlleva desplegar una misión deben ser pagados con algo, así como el precio por desarrollar tecnología y armamento. Es ahí donde entra en acción el llamado Producto Militar Bruto (PMB): la moneda del juego.
Obtienes PMB al realizar misiones tanto principales como adicionales. Además, diamantes y otros ítems en el juego aportan a tu suma. No es un elemento menor, ya que para simplemente llevar personal a tu campo de batalla requerirás pagar la transportación, así como otros costos. Sí, también puedes pagar el desarrollo de mejores armas y herramientas, pero si abusas puedes quedarte sin fondos para sostener tu fuerza de tarea. Debes tener cuidado, no vaya a ser la de malas.
En tu base, además, albergarás personal de forma voluntaria o extraído de las filas enemigas. Cada uno tiene talento para un área específica, con diversos niveles de habilidad. El qué tan calificados estén tus hombres será crucial para que se realicen tareas como el desarrollo de nuevas tecnologías o la obtención de información en menor tiempo.

También podrás, con su respectivo costo en PMB, mejorar y construir nuevos espacios en tu guarida para llevar de manera más optima tus tareas. Si no te basta, podrás pintarla, modificarla y actualizarla. Pero, como hemos dicho, debes de cuidarte de no abusar y no quedarte sin dinero.
Finalmente podrás enviar a tu personal a misiones propias para que ellos te generen, mientras tu realizas tus propias tareas, recursos que a la larga serán importantes.

Inteligencia artificial---------------


El iDroid, el cual conocimos en Ground Zeroes, regresa como una herramienta de altísimo calibre. Es un dispositivo que despliega diversas opciones. Muestra el mapa y te permite etiquetar un punto de llegada, al tiempo que te da a conocer la información disponible del enemigo. Te permite manipular tus recursos, personal y hasta funciona para dar órdenes a tus compañeros en el terreno. Puedes pedirle a tu escuadrón que realice un ataque aéreo o solicitar apoyo del helicóptero. Si no es suficiente, tiene un Walkman integrado que te permite reproducir música o grabaciones que te ponen en contexto con la historia.

La música, del soundtrack original, no luce tanto como las de anteriores juegos. Quizá porque se da preferencia a los sonidos del entorno, los cuales van desde los murmullos de la naturaleza hasta misteriosas grabaciones y transmisiones de radio. Además, a lo largo del juego podrás recuperar casettes con música ochentera, que va desde Rebel Yell de Billy Idol hasta Take on Me de A-Ha. Son temas que puedes poner durante una misión, haciendo de la experiencia algo más épico.

El hombre que vendió el mundo---------


El argumento, parte crucial de los Metal Gear, tiene una hechura muy sofisticada. Un relato de intrigas militares en el cual se esconden secretos de todo tipo. Desde las razones por las cuales están casando a Snake y la identidad de éste luego de nueve años, hasta la manera en que Cipher y otras organizaciones están aprovechando la brutalidad de la guerra en Afganistán, Angola y Zaire para su beneficio. Conocemos a personajes extrañamente humanos para lo que nos han contado de ellos antes, como Ocelot, y hasta aspectos polémicos como Quiet, su vestimenta y su silencio cobran muchísimo sentido.
Es claro que extrañamos a David Hayter como Solid Snake u Old Snake. PeroKiefer Sutherland se gana su sitio como Punished Snake. Una interpretación que dota de nobleza a un personaje como éste, el cual ha dejado de ser un cazador solitario para ser la cabeza y guía de un puñado de hombre que han apostado su futuro por lo que logre en combate. Al fin y al cabo, su leyenda inspira y se hace más grande misión a misión. Para ello, dependiendo de cómo ejecutes tus objetivos, obtendrás puntos de heroísmo.
Eso sí, durante amplios ratos del juego no escucharás la voz de Sutherland. Incluso las eternas conversaciones de codec son ahora monólogos muy útiles y sin tanta paja. Lo cierto es que, durante sus escenas, es más que disfrutable escucharlo y verlo en acción.
Gráficamente es notable. Se nota el poder del Fox Engine para retratar desde paisajes llenos de belleza en la estepa afgana y la sabana africana, o para darle realismo dramático a escenarios como los complejos militares. Los personajes, tanto incidentales como protagónicos, están bien detallados. La animación es altamente realista, apoyada por una iluminación que le da un matiz más fílmico, especialmente a las escenas cinemáticas. Además, podrás ver el clima cambiar frente a tus ojos. Hay ciclos de día y noche, lluvia y tormenta de arena. No sólo luce bien, también interviene al momento de llevar a cabo tu misión.
En PS4, al menos durante nuestra sesión de juego, vimos texturas poco definidas y gráficos renderear ante nuestros ojos. Pasó una sola vez, al tiempo que posiblemente sea reparado en los parches posteriores al lanzamiento.
Kojima prometió tocar tabúes y lo ha hecho de manera magistral. No sólo tenemos una obra agresiva, tanto a nivel visual como emocional. También presenta tópicos polémicos como la crueldad militar, los niños soldado, la devastación de los recursos naturales y hasta la lealtad hacia los líderes. Ha presentado un relato de la guerra mucho más complejo y rescatable de lo que juegos que llevan la guerra hasta en el nombre han logrado hasta ahora.

Amos de la guerra---------------------


Hay más detalles del juego, como la creación de bases de avanzada que sirven para un multijugador en el cual los Gamers pueden defender sus instalaciones. La base requiere microtransacciones para ser mejorada, al tiempo que es una modalidad opcional. Además, contará con la nueva encarnación de Metal Gear Online, la cual veremos en octubre. Cabe decir que, durante el tiempo que lo reseñamos, los servidores no estuvieron disponibles o funcionando correctamente.


No estamos ante un juego perfecto, pero sí ante una experiencia muy cercana. Hideo Kojima alguna vez dijo que este juego era la obra que siempre quiso lograr. Tiene razón: el concepto de Metal Gear nunca estuvo tan profundo y tan bien hecho. Un reto a tu intelecto al decidir cómo actuar, una historia tremendamente humana y una hechura técnica que se acerca mucho a lo impecable. Cierto, hay mecánicas que podrían mejorarse como la selección de misión o el manejo de vehículos, al tiempo que aún queda un poco por pulir en áreas como los gráficos.
Pese a ello, una generación ansiosa por tener juegos notable ha encontrado, quizá, su primer clásico instantáneo. Al mismo tiempo, una serie fundamental para entender los videojuegos en nuestros días ha encontrado un cierre más que especial. Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, quizá sea para muchos el juego que justifique por fin el salto generacional.
Al final del día esto es, sin duda alguna, un juego de Hideo Kojima



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